Monday, July 18, 2016

El descubrimiento de la música folclórica de Bob Dylan

La palabra descubrimiento significa acción de descubrir y ésta, dentro de sus varias definiciones, significa venir en conocimiento de algo que se ignoraba. Eto mismo fue lo que me pasó con Bob Dylan. 

Pero a Bob no lo desconocía del todo. Allá para el 1983, año que consumí una infinidad de libros en inglés (una de mis tantas etapas en este planeta), sobre el rock británico y americano escuché su nombre cuando los Beatles se encontraron con él y les convidó a experimentar marihuana. Posteriormente, en otro libro leí de su música  en conjunto con Joan Baez, Peter, Paul and Mary, entre otros músicos del género folclórico. 

En ese año me contagié con MTV, cuando realmente era un canal de vídeo musical, y experimenté, en tiempo real, la música New Wave. Todo esto antes de que llegaran a nuestra emisora roquera, Alfa Rock, o a la Gran Discoteca en la calle Cerra en la Parada 15 en Santurce; limitaciones de una isla. MTV no transmitía ningún vídeo de él en aquellos momentos. 

No fue hasta el 1984 cuando MTV comenzó a transmitir Jokerman, cuya melodía era pegajosa, pero que no entendía su lírica; ausencia de una buena base en inglés y de una educación primaria y secundaria deficiente por no quererse incurrir en una educación de mejor calidad. 

Pero con todo y esto, siempre juzgué a Bob Dylan por su apariencia y vida; algo que me tomó un tiempo deshacerme de mis entrañas. Un prejuicio mal infundado de un entorno viciado y de extrema derecha.

Posteriormente, lo experimenté en casi todo su esplendor como Lucky Wilbury. Ahí me dí cuenta que George Harrison, Jeff Lynne y Tom Petty no podían estar equivocados al tenerlo en su banda. Es curioso que yo escuchara a George Harrison como solista y entendiera su líricas espirituales vis a vis las de Bob Dylan que no me llamaban la atención como un solista; tal vez pornsi voz ronca producto, quien sabe, de ser un fumador empedernido.

Pero a pesar de que comencé a escucharlo en Traveling Wilburys, no fue hasta recientemente, más experimentado o entrado en experiencia en tocar la guitarra, que comencé a buscar música folclorica de protesta. 

Fue un día cuando una neurona funcional e inteligente de mi cerebro me empujó a escribir su nombre en Spotify. Fue en ese mismo instante cuando escuché Hurricane y Blowing in the Wind. En donde acordes bien sencillos y repetidos donde las notas G, EM, A y D se repiten en un tempo de un octavo. A ese nivel de experimentación mi maestro de guitarra me preparó para poder identificar las notas y el tempo. Fue en ese instante que Bob Dylan, el espirítu rebelde de ese músico, se apoderó de mi alma y de mi mano. Es desde ese momento que no paró de cantar Times Are Changin.  

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